Correr por las mañanas es uno de los mejores hábitos que se pueden desarrollar, no sólo para mejorar la figura, sino también para mejorar el bienestar físico y mental. Es cierto que hay personas a quienes les gusta correr por la noche, pero hay una serie de ventajas que llevan algunos a correr por la mañana.
En primer lugar, al correr por las mañanas nos aseguramos de que nuestro metabolismo esté en su punto máximo y esto lo logramos con el simple hecho de ayudarnos con un buen desayuno antes de salir a correr. Esta es una excelente forma de perder peso ya que según los expertos el metabolismo trabaja más rápido durante la primera parte del día y cuanto más comamos por la mañana se aumentan las posibilidades de quemar grasa.
Por otra parte, algo que todos sabemos es que correr por la mañana nos permite exponernos al sol durante un breve periodo de tiempo. Esto permite obtener la dosis necesaria de vitamina D, imprescindible en nuestro organismo para absorber calcio y mejorar la salud ósea.
También podemos ver resultados positivos en el ámbito psicológico al correr al amanecer. El proceso de liberación de hormonas inducida por el ejercicio nos ayuda a tener más energía durante el resto del día, lo cual contribuye a reducir los estados de ansiedad y estrés para sentirnos más motivados y con ganas de afrontar el día con entusiasmo.
Aunque ambas formas tienen sus pros y contras, en general, correr por las mañanas ofrece una gran cantidad de beneficios para mantener tu cuerpo y mente en buena salud.
Hoy en día, cada vez son más los amantes del running que le sacan partido a un buen deporte. Se trata de una actividad ideal tanto para desconectar como para mantener una buena forma física, por lo que es cada vez más popular entre los participantes en la vida fitness.
Si eres aficionado al running y no sabes cuando es el mejor momento para salir a correr, ¿por la mañana o por la noche? En esta publicación te damos algunos consejos para ayudarte a decidir.
Para empezar, ten en cuenta tu rutina diaria y a qué horarios estás acostumbrado, además de tus objetivos personales. Si tu horario laboral es flexible y puedes salir a correr durante los descansos del trabajo, podrás organizar tu entrenamiento para cumplir con tus metas. Entonces la elección será muy personal.
Si te decantas por la mañana el ambiente estará fresco y tendrás todo el día por delante para realizar tus quehaceres diarios. Un bonus extra es que los esfuerzos matutinos te ayudarán a liberar tensiones, mejorar tu nivel de energía y lograr un trabajo óptimo durante la jornada.
Por otro lado, si decides salir alas noche encontrarás un tiempo mais tranquilo y libre de actividades, sin ninguna obligación ni horario que cumplir. Sin embargo, debes de mantener un ritmo de sueño saludable.
En general ambas opciones son buenas para mantenerse activo, pero tomando en cuenta tu programación diaria sumado a tus necesidades personales podrás seleccionar la mejor opción.